AUTORA: Kathryn Stockett
Licencia editorial para Círculo de Lectores por cortesía de Maeva Ediciones
ISBN 978-84--672-4042-9
Nº de páginas 557
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA:
Kathryn Stockett nació y se crió en el lugar donde transcurre su novela "Criadas y Señoras", la pequeña ciudad de Jackson, en Misisipi. Se licenció en Lengua Inglesa y Escritura creativa en la Universidad de Alabama antes de instalarse en Nueva York, donde trabajó durante nueve años en la edición de revistas y en el campo del marketing. Actualmente reside en Atlanta. "Criadas y Señoras" es su primera novela, merecedora de los más encendidos elogios por parte de la crítica y convertida en un enorme éxito de ventas en Estados Unidos, que ha propiciado su pronta adaptación al cine.
SINOPSIS:
Skeeter, de veintidós años, acaba de volver a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Misisipi. Pero como estamos en 1962, su madre no descansará hasta que no vea a su hija con una alianza en el dedo. Aibileen es una criada negra, una mujer sabia e imponente que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras perder a su propio hijo en un desafortunado accidente, siente que algo ha cambiado en su interior. Se vuelca en la educación de la niña que tiene a su cargo, aunque es consciente de que terminarán separándose con el tiempo. Minny, la mejor amiga de Aibileen, es probablemente una de las mejores cocineras de todo el Misisipi. Pero como no sabe controlar su lengua, acaba de perder otro empleo cuando, por fin, parece encontrar su sitio trabajando para una recién llegada a la ciudad que todavía no conoce su fama.
A pesar de lo distintas que parecen entre sí, estas tres mujeres acabarán uniéndose para llevar a cabo un proyecto clandestino que supondrá un riesgo para todas. ¿Y por qué? Porque se ahogan dentro de los límites que les impone su ciudad y su tiempo. Y, a veces, las barreras están para saltárselas.
OPINIÓN PERSONAL:
Este libro lo adquirí a través de Círculo de Lectores, de la que soy socia hace muchos años. Me sedujo el título y la verdad es que me lo leí enseguida. Su lectura es amena y su escritura comprensible. Mientras me lo leía me transportó a esa pequeña ciudad de Misisipi, en esos años muy duros para las personas negras. Para mí la protagonista más entrañable es Aibileen, una criada que ha dedicado su vida a criar niños blancos, a cocinar y limpiar las casas. Se entrega a esos niños, como si fueran suyos, y trata de inculcarles que tanto las personas blancas como las negras son iguales. Durante la trama trabaja para Elizabeth Leefolt, cuidando de sus dos hijos una niña, Mae Mobley, que la quiere más que a su madre, y de un niño más pequeño.
Una cosa que me pareció interesante es que la autora transcribe los diálogos de las personas negras tal cómo ellas hablan.
"-¡Dios mio! Esa muje está loquísima -exclama Kiki-. No sé cómo te lo montas pa que siempre te toquen las más chiflás, Minny.
-Sí, claro, como tú y miss Patterson, ¿verdá?- responde Minny a Kiki-, ¡carajo! Si es la que pasa lista en el club de señoritas zumbás."
Otra protagonista es Minny, una criada con mucho carácter, y como no tiene pelos en la lengua, ha perdido muchos trabajos, el último en casa de la madre de Hilly, presidenta de La Liga de Damas de Jackson, es muy influyente entre las blancas. Ahora tiene la idea de llevar a cabo una campaña, llamada "Iniciativa de Higiene Doméstica", y lo ha enviado al inspector general de Sanidad de Misisipi, para que le apruebe la idea.
La protagonista blanca más importante es Skeeter, acaba de llegar de terminar sus estudios. Echa mucho de menos a Constantine, la criada negra que la crió, y que cuando ella estaba estudiando abandonó la casa y el pueblo. A ella le gustaría saber dónde está y por qué dejó su empleo, pero nadie quiere hablar del tema. Es muy amiga de Elizabeth y de Hilly desde pequeñas y la única soltera; forma parte de la Liga, aunque no está de acuerdo con todo lo que hacen sus amigas. Se debate entre su amor por las criadas (sobre todo por Constantine), y los prejuicios de sus amistades y familia hacia las personas de color. Otro problema añadido, es la discriminación de géneros, ya que quiere conseguir trabajo de columnista, pero los anuncios de ofertas de trabajo van dirigidas al "sexo masculino".
De repente se le ocurre hacer algo que sería un gran escándalo en Jackson, pero para llevarlo a cabo tiene que conseguir la ayuda de las criadas negras, primero convence a Aibileen para que le ayude y ella le habla de este proyecto a sus amigas, para que también intervengan. Skeeter traba una bonita amistad con Aibileen y se entera que le encanta leer, pero lo único que lee es la biblia, porque no puede sacar libros de "la biblioteca de los blancos". Entonces Skeeter le consigue libros de la biblioteca; un día buscando un libro que se asemeje a la relaciones raciales:
"Lo bajó para observar la cubierta. Es un librito muy delgado, impreso en papel de cebolla, arrugado y sujeto con grapas. En la portada se puede leer: Compilación de leyes Jim Crow para los estados del Sur. Pasó la primera hoja, que cruje.
El librito es una lista de leyes que establecen lo que las personas de color pueden y no pueden hacer en varios estados del Sur. Leo la primera página, sorprendida de encontrarme con algo como esto aquí. Las leyes no son amenazantes ni amistosas, simplemente describen la realidad:
Nadie puede pedir a una mujer blanca que amamante a su hijo en salas o habitaciones en las que se encuentre un negro.
Una persona blanca sólo puede contraer matrimonio con alguien de su misma raza. Cualquier unión conyugal que viole esta prerrogativa será considerada nula.
Ningún peluquero de color puede cortar el pelo a mujeres o niñas blancas.
El oficial al cargo no puede dar sepultura a una persona de color en terrenos que han servido de enterramiento a personas blancas.
Las escuelas para negros y para blancos no pueden intercambiar libros. La raza que primero usó unos libros deberá seguir usándolos.
Me leo cuatro de las veinticinco páginas, anonadada al descubrir cuántas leyes existen para separarnos".
No entiendo cómo se puede diferenciar a las personas por su color de piel, cómo los blancos nos creemos "los elegidos" y "los superiores". Estas personas que consideran a los negros inferiores, los tienen en sus casas para que le críen a sus propios hijos, y se comen las comidas que "estos seres inferiores" preparan para ellos. No se preocupan si sus criadas, o sus hijos pasan hambre, pero hacen colectas para ayudar a los niños pobres y negros de África.